PROTECTORA DE ANIMALES

Este año, gracias a que disponía de tiempo, pude colaborar en una protectora de animales. Algo que siempre quise hacer y algo por lo que me siento realmente realizada. No estuve mucho tiempo, pero sí el suficiente como para desear volver a empezar de nuevo. El primer día era lluvioso. Llegué al refugio con tantas ganas que ni si quiera tomé un paraguas. Al entrar todo estaba en orden. Amplio terreno con cesped, centro veterinario, cada perro en su respectiva choza...parecia un hotel! Pero al entrar en el centro veterinario ya no era todo tan bonito, allí se encontraban los que no estaban muy bien de salud, sentí gran tristeza. Los siguientes días, al mismo tiempo que jugaba con los otros perros recordaba a los que no podían jugar, sólo me quedaba ir a verlos, acariciarlos y decirles que prontoestarian bien y saldriamos a jugar. Aún al recordarlo me emociono. Tuve que dejar de asistir al refugio por motivos de trabajo, pero no dudo en volver pronto. Mucha gente me pregunta; por qué haces eso si no es remunerado? Qué beneficio obtienes? Es muy sencillo. No necesito dinero para ser feliz. Mi felicidad es ayudar a esos pobres animales que han sido abandonados o maltratados y saber que gracias ami tienen una vida mejor. La satisfacción de ver que tenía una patita mal y ahora lo ves corriendo con otros perros, ESO ES FELICIDAD.